¿Hay que empezar el curso pegándole fuego al profesor de filosofía?
Posted 27 September 2010
on:Con esta curiosa pregunta inicia Michel Onfray su Antimanual de Filosofía, y no es extraño que la haga dada la mala prensa que tiene la asignatura. Vosotros me lo dijísteis el primer día cuando os pregunté si os habían prevenido contra la materia, y yo lo apunté en mi cuaderno: “aburrida, innecesaria, compleja…”. Sin embargo, esperad un poco antes de prender la hoguera. Quizá haya alguna sorpresa y si no, al menos habréis juzgado con criterio y no mediante prejuicios y opiniones ajenas. Onfray también sabe de vuestros temores:
Lo sé, se os ha prevenido contra la asignatura: no sirve para nada, no se entiende lo que cuenta el que la enseña, acumula preguntas sin dar nunca respuestas, a menudo se reduce a la copia de un curso dictado y a los dolores de muñeca asociados, etc. No os equivocáis del todo, a menudo ese es el caso. Pero tampoco tenéis razón completamente, pues no siempre es verdad…
(…) la filosofía puede practicarse con auténtico placer. Ante todo, precisemos que el vocabulario técnico o especializado puede ser necesario. Se le concede sin problemas al médico o al mecánico que pueden hablar, el uno de una arteriola, el otro de un balancín, sin suscitar el reproche: en ocasiones el empleo de vocabulario especializado puede revelarse indispensable. En filosofía, casi siempre es mejor evitarlo e inclinarse por el vocabulario corriente. Pero si no es posible, porque la cuestión un tanto fina necesita instrumentos apropiados, podemos recurrir a él sin exagerar. El vocabulario técnico se aprende, no se nace con él, al igual que este del que disponéis hoy. Aceptad el principio de que podéis ampliar vuestro vocabulario aprendiendo algunas palabras de filosofía fundamentales para reflexionar más eficazmente. Cuanto más rico sea vuestro vocabulario, más profundo puede hacerse vuestro pensamiento; cuanto menos lo es, en peores condiciones estaréis para desprenderos de los tópicos…
(…) Comenzad por intentar resolver las cuestiones que os planteáis en vuestra vida cotidiana, la filosofía está para eso. El curso de filosofía puede y debe contribuir a ello. Por último, efectivamente podéis sentir, en un momento dado de vuestro bachillerato, que os derrumbáis bajo el peso de las cuestiones y que, comparadas, las respuestas parecen menos evidentes, menos fáciles. Tendréis motivo: a lo largo del curso se da un periodo en el que muchas ideas comunes que provienen de vuestros padres, de vuestro medio, de vuestra época se desmoronan y dan paso a un desierto angustioso. No dejéis por eso de recorrer vuestro camino filosófico. Al contrario. Solo si perseveráis podréis superar ese estado de inquietud hasta comenzar a experimentar un auténtico placer en resolver problemas filosóficos personales y, posteriormente, generales.
(…) no están, por un lado, los temas nobles, propiamente filosóficos (el origen del tiempo, la naturaleza de la materia, la realidad de las ideas, la función de la razón, la formación de un razonamiento, etc.) y, por otro, los temas que no lo serían (el gusto por el alcohol, fumar hachís, masturbarse, recurrir a la violencia, habérselas con la policía, rechazar el reglamento interior, mentir a los que queremos, y otros temas que se abordan en este manual a través de una serie de textos filosóficos), sino el tratamiento filosófico de todas las cuestiones posibles. El curso ofrece una escena en la que se desarrolla, con ayuda del profesor, un perpetuo vaivén entre vuestra existencia y la de los pensamientos filosóficos disponibles. (…) La filosofía es un continente lleno de gente, de personas, de ideas, de pensamientos contradictorios, diversos, útiles para el éxito de vuestra existencia, a fin de que podáis regocijaros continuamente en vuestra vida y construirla día tras día. A vuestro profesor le corresponde proporcionaros el mapa y la brújula, a vosotros trazar vuestro camino en esta geografía farragosa, pero apasionante. Buen viaje…
Puedes ver el libro completo aquí
(también lo dejo en Recursos, en el menú de la izquierda, pues acudiremos a él para trabajar algún texto)
4 Responses to "¿Hay que empezar el curso pegándole fuego al profesor de filosofía?"
Me a parecido interesante lo que se dice en la introduccion y el primer parafo sobre lo que pensamos de la clase de filosofia, yo pienso que no es tanto la materia sino como se dio y por quien se dio y como lo hacia.
1 | David Tabarés García
28 September 2010 at 14:13
Parece interesante el título de la obra. Me la leeré poco a poco y buscaré información sobre Michel Onfray (pinchando en el enlace).
Gracias por el enlace de la obra